domingo, 16 de octubre de 2011

Narcisistas y pelotas, patologías en el sistema público

Me estoy leyendo el  libro “la inteligencia social “ de Daniel Goleman  de él  he sacado   las ideas que expongo  casi literalmente  .Goleman  habla del narcisismo  como un rasgo de personalidad que lleva a  liderar y asumir puestos de gestión  pero  que suele caracterizarse por la falta  de   empatía hacia  los demás  , carencia que convierte esta personalidad en patológica  y su gestión en desastre .Mas patológico y más desastre aún  cuando se  gestiona en educación , trabajo que requiere de empatía  100% . Los narcisistas patológicos  no admiten la crítica, su empatía es selectiva  con quienes corroboran su punto de vista, solo buscan y aceptan aquella información que les da la razón ignorando la que les refuta. Resulta lógico pensar que la  gestión narcisista  es posible  porque  existen  los aduladores que la  alimentan  y soportan. La personalidad  pelota  depende del narcisista a quien se vincula bien por astucia  para medrar y ser otro líder narcisista en el futuro  o bien por  inseguridad  y   carencias personales e intelectuales o tal vez porque es lo cómodo y está ahí para ganar un sueldo y punto  En un sistema  constitucional y democrático  como es la organización escolar pública del 2011 en España ,  con un contrato  de trabajo  que no depende  del  gestor narcisista , si se dan gestores educativos narcisistas es porque  se lo permite una  comunidad de pelotas en  estilo de  vida y valores . La  adulación , la  ocultación  y distorsión de información para inflar y alimentar el narcisismo del líder  se convierte en   la única  manera de prosperar y estar contento  y es el   criterio de su  actuación en   el trabajo que  se aleja de  la realidad , la profesionalidad y  de los buenos resultados de la organización . Aquí no debemos preguntar  ¿ es posible que el buen profesional  anteponga     la adulación  y  la complicidad  con el gestor narcisista  al rigor pedagógico , la calidad y  sobre todo a la empatía  con todos y cada uno de los alumnos ?. La respuesta es que  ser un  profesional de la educación y ser pelota   son rasgos incompatibles y si te  toca la  mala suerte de caer en un colectivo narcisista patológico  lo pasas mal. En las organizaciones narcisistas prospera la distorsión, la paranoia, el trabajo y las relaciones  entre los trabajadores se degradan. Las organizaciones atrapadas en el narcisismo patológico alientan la hipocresía y descargan toda su rabia contra quienes cuestionan o disienten  Dice Goleman “los narcisistas  suelen mostrarse  generalmente desagradables aunque pueden ser  selectivamente encantadores”,  no saben escuchar solo predicar y adoctrinar”. El  orgullo y la sensación de éxito  que provee el líder narcisista a la comunidad no se fundamenta en los resultados reales,  sino en las alabanzas y en una necesidad desesperada de ellas .En el  sistema  público no hay  nada que vender,  el objetivo de su   publicidad  suele ser  ensalzar e inflar al  líder  narcisista , publicidad en la que  el centra toda su gestión  encaminada única y exclusivamente al   show de cara a la galería ,  proyectos  elegidos por y para realce, llevados a cabo sin rigor o a medias   ,  concursos  y actuaciones    sustentados en la genialidad y habilidad individual  de algún niño/ maestro o familia a los que el narcisista utiliza para su propio lustre  , actuaciones ,fiestas y merendolas  para entretener, fotos , power-points ,  webs y  orlas escolares para el recuerdo de padres y abuelos  ,  agendas con sello propio   ¡oh que bonitas! ,  banderitas , placas , decoraciones  ,belenes ,  carnavales y romerías  , viajes de fin de curso  ,acampadas , actividades extraescolares  de relumbrón  todo con el  objetivo de  recibir  el mayor número de alabanzas. Actividades que no mejoran  los resultados  curriculares de los alumnos,  ni tan si quiera  han demostrado aumentar  la  motivación hacia el estudio  que  irónicamente  conviven  con una pedagogía y didáctica  casi  decimonónicas.  La   condición de  funcionario  de   los  sistemas públicos   que da igual si lo haces bien o mal en donde una  mala gestión no supone  consecuencias  personales  se ha convertido en el hábitat   perfecto donde prosperan  la simbiosis patológicas  de   narcisistas y aduladores , no encuentran freno ni cuestionamiento , los órganos colegiados de gobierno quedan atrapados entre los aduladores de un lado y  de otro la   ira , el rencor y la venganza  del   narcisista patológico  ante los cuestionamientos a los  que considera un ataque personal . Todo esto  alentado por  una  calificación de la gestión pública  en buena o mala según  alabanzas   , que es en lo que los lideres narcisistas han centrado  su  gestión  .No son evaluados con  rigor  científico- pedagógico , con  criterio y manejando  datos  reales,   tests y pruebas  sobre los progresos de todos y cada uno de los  alumnos , son evaluados  con opiniones   personales  de  otros narcisistas /  aduladores .Y lo  peor  todos  disfrutan de  una  extraña  inmunidad legal , aunque incumplan las leyes y las normativas  ,  no les pasa nada  a lo sumo un contencioso  dentro de 10 años  que en todo caso  hará responsable a  una abstracción llamada Estado / Comunidad Autónoma. ..


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