Ayer dije que era la administración quien elegía a los Directores, lo explico ,a estos los elige una Comisión de Selección formada por:
1) Un presidente, que será la persona designada por la Dirección General de Personal, a propuesta de la Dirección Territorial , con voto dirimente en caso de empates a elegir entre los Inspectores de Educación, o Directores o Directoras . Un vocal-secretario, que será designado por la Dirección Territorial de Educación entre funcionarios de carrera pertenecientes a cuerpos de un grupo igual o superior, preferentemente los que hayan desempeñado el cargo de Director con voz y voto .
3)Dos representantes del Claustro de Profesores con destino en el centro, elegidos por y entre los componentes del mismo con el Inspector de zona, su jefe de Presidente , ¿que subordinado pone objeciones “ a un jefe jerárquico “ ? Pocos maestros los cuestionan de frente, por detrás la mayoría no habla bien de la Inspección , ni maestros,.. ni padres. (El cuerpo de Inspección esto requiere otra entrada sus roles y sus relaciones con la Comunidad Educativa , la real no la que dice el papel)
4) Dos representantes del Consejo Escolar elegidos por y entre los miembros del Consejo Escolar que no pertenezcan al sector del profesorado. Los padres del Consejo Escolar pueden ser fontaneros , médicos o amas de casa Están ahí por sus hijos , además de no saber y no ser profesionales de la educación , la idea que tienen de centro es a través de sus hijos y vienen y se van , no tienen destino definitivo .Además existe un peso emocional ,que entiendo , en su opiniones y visión del centro que les resta objetividad. Los prudentes se apoyan en la opinión de la autoridad: el Presidente.
Si a esto le sumamos que el elegido tiene que ser declarado apto por una Comisión Evaluadora con informe de la Inspección educativa y formada por miembros designados por la Administración en donde se incluye a AMPAS y no al Claustro .
Creo que hay un desequilibrio de poder y desconfianza contra el Claustro: el órgano de debate democrático y participación de los profesionales a pie de obra donde todo somos lo mismo y nadie es designado a dedo. Irónicamente este sistema es cómodo para los mediocres, los pasotas, gandules pues los papeles lo aguantan todo y es fácil hacer el pariré y la pelota , pero el día a día del colegio no engaña , sobre todo el manejo de los niños en el aula para que aprendan Los que sabemos lo que es un colegio y los niños, los testigos diarios de la profesionalidad o no , a esos se les deja al margen de decidir El claustro debe recuperar poder como el órgano de gobierno de los profesionales .Lo pedagógico no es un asunto y la organización ,gestión y administración escolar otra , todo tiene que estar en función de lo pedagógico y no al revés. Parece obvio pero no se funciona así
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